Tareas del hogar



Ayudar en casa es imprescindible para educar a nuestros hijos en la igualdad. Si desde pequeños ven que mantener nuestro hogar limpio y ordenado es tarea de todos por igual, cuando sean mayores no tendremos que hablar de que la casa es cosa de mujeres, o planchar es cosa de mamá, por ejemplo. Educar a nuestros hijos en igualdad de género debe ser nuestra prioridad como padres, independientemente de si estamos criando niñas o niños. Por supuesto, educar en igualdad, no es solo ayudar  en las tareas del hogar. Es muchísimo más. Pero hoy, hablaremos solo de esta parte, ya que se trata de un post sobre involucrar a los niños en las labores de la casa.

Los niños aprenden por imitación y sobre los 2 años de edad, atraviesan una etapa en la que quieren ayudar en lo cotidiano. Hay que aprovechar este momento para involucrarlos en el día a día de las tareas de la casa.
Empezando por tareas sencillas, como guardar sus juguetes, ayudar a poner la mesa y recogerla después de comer, hasta limpiar la barra de la cocina o poner la lavadora, se puede conseguir animándoles a ayudar, hacerles ver la importancia de tener todo limpio y ordenado. Siempre con el ejemplo de ambos progenitores.

Algunos tips para conseguir que nuestros hijos ayuden en casa:
  • Establecer una rutina 
  • Asignarles una tarea adaptada a su edad y cuando la tengan asumida, darles una responsabilidad más.
  • Felicitarles por el esfuerzo que hacen para mantener la casa en orden.
  • No hacer su tarea si no la han completado. Si no han recogido los juguetes del suelo, por ejemplo, y a papá le toca barrer, puede que los juguetes acaben en la basura. O si no han recogido su ropa y a mamá le toca poner la lavadora, se quedarán con la ropa sucia y por lavar.
  • Asignar un tiempo determinado para hacer la tarea correspondiente (una hora, el fin de semana, durante la semana, etc).
  • Ofrecer un tipo de recompensa al principio y no usar las labores del hogar como castigo. La recompensa puede ir desde hacer palomitas para ver una peli juntos, salir a comer fuera o ponerle un sello en la mano para los más pequeños, por ejemplo.
  • También se puede optar por repartir las tareas aleatoriamente, o de forma rotativa, cuando ya son más mayores y puedan defenderse mejor en estas labores.
  • Explicar y enseñar siempre cómo esperamos que hagan la tarea. Puede que para ti resulte obvio, pero es que llevas mucho tiempo haciéndolo sin pararte a pensar en los pasos que sigues. Si queréis que quiten el polvo de los muebles, no te limites a darles un plumero o un trapo y que ellos adivinen qué es lo que hay que hacer. Explica y muestra cómo se hace. Y más de una vez.
  • Valora más el esfuerzo que el resultado final (sobre todo, al principio) para no desmotivarlos.
Si todos ayudan en casa, tendremos más tiempo libre para disfrutar juntos, o por separado. Pero tiempo libre, al fin y al cabo.